Esta publicación es en alianza con la campaña de difusión “Mar de historias“.
Recientemente, se lanzó Mar de Historias, la campaña para promover el conocimiento, la valoración y la protección del patrimonio cultural marino-costero del Mar Argentino. Esta propuesta busca sensibilizar y dar a conocer las riquezas culturales y las historias de sus costas y sectores sumergidos. La misma es promovida por las provincias de Buenos Aires, Chubut, Rio Negro, Santa Cruz, Tierra del Fuego Antártida e Islas del Atlántico Sur, el Instituto Nacional de Antropología y Pensamiento Latinoamericano y la Administración de Parques Nacionales.
Desde el año 2008, y por resolución de la Asamblea General de las Naciones Unidas, se celebra el 8 de junio el Día Mundial de los Océanos. La fecha destaca el rol de los océanos y propone a la población mundial conservar este recurso del que obtenemos oxígeno, alimento y medicinas, al tiempo que insta a los gobiernos a tomar medidas para protegerlos.
El océano cubre más del 70% del planeta y alberga la mayor parte de la biodiversidad de la Tierra, pero más del 80% no está cartografiado ni explorado. Los océanos y sus costas también alojan un patrimonio cultural de singular valor. Son las evidencias materiales de las personas que habitaron, transitaron y navegaron los ambientes costeros, marinos e insulares a través del tiempo. Comprende todos los rastros de vida humana localizados en sus costas o bajo el agua y que son significativos a nivel cultural, histórico o arqueológico para las comunidades locales y nuestro país.
¿Qué pasa si estos bienes se pierden?
- Nos privamos de una fuente de información singular sobre el pasado humano.
- Perdemos parte de la memoria que contribuye a construir la identidad cultural de pueblos y comunidades costeras.
- No podemos continuar disfrutando de este patrimonio y de los beneficios que puede aportar a las comunidades locales.
Riesgos y amenazas
Este patrimonio tiene un carácter único e irremplazable. Los principales factores que lo ponen en riesgo son:
- La erosión costera, diversos agentes naturales que producen su deterioro y el cambio climático.
- La pesca de arrastre, el fondeo de embarcaciones, los dragados y otras obras que afectan las costas y el fondo marino.
- La remoción o extracción de objetos, ya sea por simple curiosidad o para el coleccionismo.
El desconocimiento de la existencia y la importancia de este patrimonio suele ser la causa principal de su destrucción.
Normas de protección
El patrimonio cultural que se encuentra en los fondos y costas del mar territorial argentino está protegido por la legislación nacional y de las provincias costeras. Además, en 2010 la Argentina aprobó la Convención sobre la Protección del Patrimonio Cultural Subacuático de la UNESCO, que promueve su preservación in situ y se opone a la explotación comercial. En la campaña se promoverán buenas prácticas dirigidas al público general y referidas, por ejemplo, a qué se debe hacer en caso de encontrar restos antiguos cuando se recorre la costa o se bucea.
¿Cómo sumarme a la campaña?
- Comunicá y divulgá el patrimonio marino-costero en tu comunidad.
- Difundí este patrimonio y estas buenas prácticas en las redes.
- Colaborá con su protección, sumáte a grupos e instituciones locales y participá de capacitaciones y monitoreos.
- Informá a las autoridades competentes si observás cambios y/o actividades que puedan poner en riesgo el patrimonio.
- Si buceás y querés visitar un naufragio histórico habilitado, seguí las prácticas de buceo de bajo impacto.
Década del Océano para el desarrollo sostenible
Ante el aumento de las amenazas a las que se enfrentan los océanos, la ONU estableció el periodo comprendido entre 2021 y 2030 como la Década de los Océanos para el Desarrollo Sostenible. El objetivo es movilizar a científicos, políticos, empresas y a la sociedad civil a favor de la investigación y la innovación para promover la conservación de los ecosistemas y la biodiversidad marina. El patrimonio cultural marino-costero forma parte integral de estos ecosistemas y tiene la capacidad de contribuir de forma significativa a los objetivos ambientales, sociales y económicos de la Década de los Océanos.